A solo 30 minutos de Buenos Aires, Tigre -la Venezia argentina– cautiva a los visitantes con sus paisajes, su cultura y entretenimiento. Ícono del Delta del río Paraná, es un área natural única con miles de islas, con una amplia gama de actividades como remo, deportes acuáticos, observación de aves y photosafari, entre otros.
El Puerto de Frutos es otro lugar que no debe perderse. Es un mercado al aire libre junto al río, con productos locales como madera, frutas, trabajos de mimbre que se traen desde diferentes partes del Delta mediante lanzamientos de madera tradicionales.
Para los más jóvenes, el Parque de la Costa es el lugar ideal para sentir la adrenalina de los juegos y montañas rusas. Los más chiquitos también tienen su lugar gracias a los grandes espectáculos infantiles que se desarrollan aquí.
Otra fuerte atracción es el Museo de Arte Tigre. Se encuentra en lo que solía ser el Tigre Club, un edificio bellísimo, típico de la Belle Epoque argentina. Su colección, propiedad del Municipio de Tigre, contiene obras de arte figurativo de finales del siglo XIX y XX.
El Teatro Niní Marshall, que rinde homenaje a una de las comediantes más importantes del teatro argentino, ha ganado posición entre los clásicos de Tigre. Artistas de primer nivel local e internacional pasan por aquí año tras año.