El 18 de mayo es el Día Internacional de los Museos y este año se festeja bajo el lema “Museos, sostenibilidad y bienestar”. El Consejo Internacional de Museos afirma que todos los museos tienen un papel importante en la configuración y creación de futuros sostenibles. Pueden hacerlo a través de programas educativos, exposiciones, actividades de divulgación comunitaria e investigación.
Los museos son parte de la oferta cultural de La Ruta Natural, que entrelaza las experiencias naturales de cada región con sus atractivos culturales, históricos, recreativos y gastronómicos. Además, el Día Internacional de los Museos apoya los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y este año se centra en tres: salud y bienestar mundial, acción por el clima, y la vida en la tierra.
Diversos museos de nuestro país llevan adelante diferentes actividades que contribuyen al desarrollo sostenible y el bienestar.
En la región Norte, el Museo Nacional Terry de Tilcara, en Jujuy, lleva el sello identitario de ser “el Museo Nacional más alto y más al norte de argentina”, e invita a los visitantes a conocer el trabajo que hacen en el territorio. Emplazado en la antigua casa del pintor José Antonio Terry, exhibe parte de su obra que recupera la cultura tilcareña de principios de siglo pasado. Terry pintó las calles de Tilcara, sus paisajes y costumbres, retratando a hombres y mujeres con fisonomías particulares, todos en situaciones cotidianas. A través de muestras, visitas guiadas, charlas y espectáculos, el Museo exhibe obras de artistas contemporáneos de Tilcara y promociona la música, la danza y la literatura que se produce en la zona. Actualmente se puede visitar la exhibición “Matriz de Luz y Sombra. Apariciones” que nace a partir de un trabajo con personas privadas de la libertad a quienes se invita a participar de la exhibición con producciones artísticas propias que narren sus historias, sus miedos y creencias.

En el Litoral se destaca el Museo Gallardo en la ciudad de Rosario, un espacio que plantea una nueva mirada sobre las ciencias naturales y pone en discusión los saberes establecidos promoviendo la producción colectiva del conocimiento y la mirada crítica. A las funciones habituales de los museos como adquirir, conservar, educar, el museo activa con diferentes herramientas la participación y las acciones con y para la comunidad. Con un fuerte anclaje territorial aborda la problemática del avance de la frontera agropecuaria y el monocultivo: el proyecto de la “Vereda del Gallardo” es un mercado ubicado en la vereda del museo que conecta a los consumidores con los productos de la agricultura familiar y visibiliza así la agroecología y la soberanía alimentaria como formas alternativas.

En la localidad de Colonia Benitez, en la provincia del Chaco, se encuentra el Museo Jardín Botánico “Casa Augusto Schulz”. A través de su jardín se pueden conocer las plantas nativas de la región con la finalidad de estrechar el vínculo del Museo con la comunidad. Se destacan el reconocimiento de las especies regionales y exóticas, el cuidado del ambiente reforestando con especies que se adaptan a la zona, y el reconocimiento de la labor de Augusto Schulz, un joven maestro cuya inclinación a la botánica fue notable.

La Patagonia alberga, en el histórico edificio de la ex sede de la Asociación Rural, al Museo Municipal Virginia Choquintel, en la ciudad de Río Grande. Aquí se relata la historia de la ciudad desde los habitantes originarios, y los distintos hitos históricos que influyeron en su fundación hasta el día de hoy. Recientemente restaurado tiene material de los distintos procesos históricos que son explicados a través de infografías, así como un espacio dedicado a muestras de arte. Eje fundamental en la historia y el arte de la ciudad, a través del desarrollo de charlas, muestras itinerantes con diversas temáticas, convenciones, presentaciones de libros y escenario para los y las artistas. Además, el Museo elaboró su política ambiental como propuesta de mejora continua y compromiso con el patrimonio natural y cultural de la ciudad. La misma incluye acciones como la concientización de los trabajadores del museo y público general sobre reciclaje y separación de residuos, el cuidado de los espacios exteriores con la plantación de flora nativa y la búsqueda de la eficiencia energética.

El Museo Benito Quinquela Martín, ubicado en el corazón de La Boca, CABA, es una de las instalaciones que donó el artista para promover el desarrollo cultural, educativo y sanitario del barrio. El museo cuenta con una serie de programas e iniciativas para diferentes públicos que toman al arte como un factor clave de la construcción identitaria. En línea con el eje en la sostenibilidad ambiental vale la pena conocer la instalación “Flor de la Vida” que ocupa las aguas del Riachuelo y que busca reconstruir un ecosistema que albergue flora y fauna, y a la vez contribuya a la concientización sobre el cuidado de los cauces de los ríos y el saneamiento del Riachuelo.

En la Provincia de Buenos Aires vale la pena conocer el Ferrowhite – Museo Taller, ubicado en Ingeniero White, puerto de la ciudad de Bahía Blanca. El Museo ocupa el edificio que fuera taller de la usina General San Martín y aloja herramientas y útiles recuperados tras la privatización de los ferrocarriles en la década del 90. El edificio no es una simple sede, sino que se entiende mejor como parte del paisaje portuario donde se emplaza y es, además, el punto de vista desde donde se narra la historia que el museo construye con sus protagonistas y vecinos del barrio. En la muestra, objetos, voces, fotografías, textos y videos se mezclan para hacer hablar al edificio y reponer lo que no está, pensar sobre el presente e imaginar un futuro. El museo lleva adelante una variedad de actividades y programas de extensión que buscan reflexionar sobre el patrimonio como algo compartido y en permanente construcción.

En Córdoba, el Museo Nacional Posta de Sinsacate forma parte del complejo de estancias jesuíticas cordobesas junto con la Estancia de Jesús María-Museo Jesuítico Nacional y el Museo Nacional Estancia Jesuítica de Alta Gracia. Se encuentra al norte de la provincia de Córdoba, a 70 km de la capital. Está rodeado de un pequeño bosque nativo, que de a poco se volvió a habitar gracias a las actividades participativas que realiza el museo desde el año 2022. Junto a la Asociación Civil y Cultural Relatos del Viento, cuyo objetivo es fortalecer las identidades regionales campesinas y populares a través de la revalorización de sus tradiciones orales, desarrollaron talleres de historia oral y memoria ancestral para conocer y recuperar los saberes y creencias que se comparten y perviven en las comunidades.

En Cuyo, el Museo Histórico de San Luis (MUHSAL) funciona como un espacio en donde se ensamblan la historia de culturas originarias, de importantes batallas y héroes puntanos de una manera original y didáctica. Cada sala es un recorrido por parte de la historia del país y de la provincia, a través del uso de diferentes recursos escénicos o audiovisuales, creando una experiencia sensorial. Se destacan la sala que cuenta el aporte que San Luis hizo al cruce de Los Andes, y el espacio que narra los años de la última dictadura militar y homenajea a las víctimas de la provincia y el país. Así como también la sala de aproximación a la cultura de los pueblos huarpes, michilingües, ranqueles, olongastas y comechingones que habitaron esos territorios. Otra sala a destacar está relacionada con la inmigración, donde a partir de luces, esculturas, proyecciones, poesía y música se rinde homenaje a las familias y a las colectividades que llegaron a San Luis desde Italia, España, Siria, Rusia y otros países asolados por las guerras y las crisis. De esta manera el museo se propone visibilizar la diversidad que hace a la construcción nacional.

Estos museos forman parte de la oferta cultural de La Ruta Natural, el primer programa integral de desarrollo y promoción del turismo de naturaleza en Argentina. Entrelazando los atractivos y experiencias naturales de cada región con sus atractivos culturales, históricos, recreativos y gastronómicos, La Ruta Natural busca potenciar circuitos y destinos menos conocidos, articular destinos consolidados con destinos emergentes y mejorar la distribución territorial y estacional de la actividad turística.